La obsesión por los kilos
En mi experiencia como entrenadora he logrado ver diferentes manifestaciones de cuando una persona está obsesionada con el peso y quiero ampliarles con varios ejemplos, tratando de que me entiendan que el peso no lo es todo y que debemos verlo como un valor a considerar, pero no como un dato al que le demos el poder de adueñarse de nuestra paz.
Para darles los ejemplos usaré un personaje al que llamaremos “Betty”
Ejemplo 1:
“Betty” tiene como objetivo perder algo de peso y fue donde la nutricionista además se metió de lleno al gym, está muy motivada y ansia ver resultados, en su afán por ver como va la cosa báscula que ve, báscula en la que se pesa, fue de compras al supermercado y vio una de esas que uno le pone una moneda y le da los datos, y ahí se midió.
Luego pasó por la farmacia y también se midió ahí, el resultado de ahí la comenzó a poner intranquila, más tarde en el centro comercial quiso pesarse de nuevo, para su sorpresa quedó más confundida porque los resultados le dieron bastante diferentes, ya mas tarde al llegar a la casa llegó directo a la báscula de su baño y quedó aún más preocupada porque pesaba más.
Y eso le hizo tener más angustia, terminar el día desmotivada y ya pensando hasta en dejar todo tirado
Lo cierto:
Todas esas tomas de peso se hicieron sin ningún protocolo controlado para disminuir el margen de error, en máquinas con poca o nula calibración, los datos iban a dar diferente.
El cuerpo humano pesa menos al levantarse, conforme pasan las horas y vamos ingiriendo líquidos y alimentos, además de que el efecto de la gravedad sobre nuestro cuerpo hace que por la tarde pesemos más, por tanto los datos iban a dar diferente.
Después de conversar con la nutricionista y el entrenador “Betty” comprendió todo esto, se quedó tranquila y dejó de estarse pesando en cuanta báscula se encontraba.
Ejemplo 2:
Entonces Betty dijo bueno ya no me voy a estar pesando a cada rato, voy hacerlo una vez por semana, pero también se desmotivo cuando vio que en el algunas semanas su peso aumentaba y otra vez la voz de la inseguridad se adueñaba de su mente y de nuevo se cuestionaba, sí lo estaba haciendo bien u otra vez mejor abandonaba su intención de perder ese peso de más que la mortificaba, pero antes se fue corriendo a que le explicaran.
Lo cierto:
A “Betty” le explicaron que lo que sucedía es completamente normal, ya que en el cuerpo de la mujer se da el fenómeno de la retención de líquidos asociados a su periodo menstrual y al juego hormonal que este trae, cuando “Betty” comprendió que desde una semana antes de su periodo menstrual podía retener líquidos y esto verse reflejado en su peso total decidió seguir confiando en el proceso.
Ejemplo 3:
Pasaban los días y “Betty” seguía de lleno metida en el gimnasio, con su programa de pesas, cardio y cuando le daba tiempo hacia clases grupales, un día se le ocurrió pesarse después de una sesión de cardio y se alegro porque vio que bajo bastante, al otro día para confirmar se tomó el peso después de su sesión de pesas, y más bien había subido, por lo que se volvió a desmotivar entonces se fue derechito donde el entrenador para que le explicara la razón de esto.
Lo cierto:
Ella se quedo tranquila porque el entrenador le explicó que el peso puede variar según la sudoración y que el día que se peso después del cardio lo que sucedió es que perdió por la cantidad que había sudado, el peso que se pierde es peso en agua y una vez que la persona vuelve a tomar liquido recupera eso “perdido”, contrariamente al día que se subió a la báscula después de hacer pesas en donde había sudado menos y además por haber hecho trabajo con peso sus músculos estaban con más agua intramuscular y puede darse el fenómeno de pesar un poco más después del entrenamiento.
Y para ir terminando con los ejemplos:
Fue pasando el tiempo y “Betty” iba aprendiendo y continuaba con sus entrenamientos y su plan de alimentación por lo que logró muy buenos resultados y todo iba muy bien para ella, un día llega donde el entrenador y le dice que cuanto tiempo más necesitará llegar al peso que ella tenía a los 18 años, ya “Betty” andaba entrada en edad, entonces le explicaron que los seres humanos pesamos diferente según las diferentes etapas de la vida y que en lugar de buscar un peso anterior que se haya tenido lo más importante es buscar una buena composición del peso en donde se tenga buena masa muscular y un porcentaje de grasa que aleje problemas de salud manifestado en diferentes patologías.
Poco a poco nuestra amiga “Betty” fue logrando tener una relación más sana con respecto al tema del peso al punto que logro cambiar su estilo de vida sedentario por uno más activo, logro mejorar muchos parámetros de su salud como el colesterol y los trigliceridos, se enamoro de como se veía al espejo y adivinen… de los temas del peso y la angustia que esto le provocaba, de esto ya poco se acuerda.